En territorio ferrarista, Lewis Hamilton se robó todos los flashes y se quedó con el Gran Premio italiano. El nuevo líder del campeonato dominó todo el fin de semana y relegó a Sebastian Vettel a la tercera colocación.
Lo que podía ser una fiesta roja terminó siendo un festín de plata. El 1-2 de los representantes de Mercedes opacó la tarea de la escudería italiana, que se tuvo que conformar con las migajas. El dominador de la tabla cambió de nombre y la temporada promete acción en las siete pruebas que quedan en el calendario.
Las sesiones de clasificación de la jornada de ayer mezclaron la parrilla de largada. Entre penalidades y una fuerte lluvia, fue el piloto británico de Mercedes quien sacó provecho y se adueñó del lugar de privilegio. Esto también generó el retraso del que había arribado a Italia como dominador de la tabla de posiciones del campeonato de pilotos, ya que Sebastian Vettel tuvo que partir desde la sexta ubicación.
Las primeras vueltas se dieron con tranquilidad en los puestos de vanguardia. Las Flechas de Plata del equipo alemán se asentaron rápidamente en el tope de la prueba. Con un ritmo inicial demoledor, Hamilton y Valtteri Bottas se prestaron el récord y comenzaron a edificar la diferencia en el cronómetro con respecto al resto de los competidores. Por su parte, el referente de Ferrari tuvo que batallar para avanzar. Sin la posibilidad de pelar por puntos más gordos, el ex Red Bull no tuvo más alternativa que conformarse con el tercer escalón del podio.
La carrera fue la más monótona de la temporada. Le faltó la emoción y roce entre los protagonistas. El dominio apabullante del referente de Mercedes y la falta de eficiencia de Vettel a la hora de seguir el andar de la exigencia generaron que las acciones se aplaquen para la decepción de los fanáticos. Más parecido a un escenario de la temporada pasada, Monza explotó toda la jerarquía de los de Brackley, que consiguieron su tercer 1-2 en la temporada.
Ni toda la marea roja que se hizo presente en las tribunas del mítico circuito pudo dar empuje a las Ferraris, que no pudieron hacer más que ver como la punta de la tabla general se le era arrebatada en casa. Más atrás, el destacado de la competencia fue otra vez Daniel Ricciardo. El australiano partió desde el décimo séptimo cajón de la grilla y arribó en el cuarto lugar.
La victoria del piloto británico lo catapultó al liderazgo del campeonato. Por primera vez en el año, Hamilton se puso en lo más alto de la general. Su cosecha de 238 puntos le permitió adelantarse a su rival, que quedó relegado a tres unidades. Bottas, ya más retrasado sumó 197 tantos. En el panorama de los constructores, Mercedes sigue firme hacia la corona y aventajó por más de 60 unidades a la casa italiana.
Pero la esperanza de los tifosi de Ferrari está puesta en la próxima fecha. El 17 de septiembre en Singapur, trazado que puede beneficiar el ritmo del Cavallino Rampante, será la cita en la que Vettel buscará retomar lo que hoy quedó en manos ajenas.