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lunes 14 de agosto de 2017

No pudo ser

La Selección Argentina de básquetbol femenino cayó 67-65 ante Canadá y quedó segunda en la AmeriCup. Se luchó hasta el final, incluso con un golpe bajo como lo fue la lesión de Débora González.

La AmeriCup 2017 llegó a su fin, en el Estadio de Obras repleto de hinchas argentinos que sufrieron hasta el último segundo el duelo entre las Gigantes y Canadá, que se quedó con el título tras vencer 67-65. Se llevó hasta los momentos decisivos un encuentro en el que la peor noticia sin dudas fue la probablemente grave lesión de Débora González, que estremeció tanto al plantel como al público.

En los papeles, las norteamericanas llevaban el cartel de favorito y así lo explicó Macarena Rosset, que jugó un buen partido y terminó con 18 puntos, 5 rebotes y 3 asistencias. Para la escolta, la idea de salir a ganar siempre estuvo, pero "de ahí a que se de un partido parejo era otra historia".

Un gran arranque de las Gigantes ilusionó rápidamente a los que habían colmado el estadio. Rápidamente se puso 8-0 el conjunto local, pero Canadá metió los siguientes 7 para ponerse a tiro. A partir de allí, apareció Melisa Gretter, máxima anotadora de la noche con 23, para convertir 13 puntos consecutivos de la Argentina que terminó el primer cuarto 18-14.

En el segundo período nuevamente las canadienses se pusieron abajo por la mínima diferencia, pero tras el 28-27 y con la ayuda de Rosset que encontró huecos en la defensa rival, las Gigantes lograron irse al entretiempo con una corrida de 7-0 a su favor.

El tercer cuarto fue una bisagra en el desarrollo de la final. Con Agustina Burani afuera primero por un corte en la pera y después por cargarse de faltas, la visita encontró la efectividad que la había acompañado todo el torneo y no dio respiro. Kia Nurse y Miah-Marie Langlois entraron en ritmo y faltando 10 minutos la ventaja que tenían era de 56-47.

Los últimos 10 minutos estuvieron cargados de emociones de todo tipo. La defensa volvió a hacerse sentir para la Argentina tal como había sucedido en el primer cuarto, y tras una recuperación liderada por Rosset, Andrea Boquete metió el doble con el que las Gigantes retomaron la ventaja. Pero después de la corrida de 11-0, los ánimos iban a cambiar rotundamente.

Quedaban sólo 2 minutos de juego, con una desventaja para las dirigidas por Cristian Santander de sólo 2 puntos, cuando Pepo González cayó al piso por disputar una pelota y ya no pudo volver a levantarse: una posible lesión en la rodilla dejó al estadio mudo y a sus compañeras consternadas, algunas llorando en medio de la cancha ante la situación.

Sólo quedaba minuto y medio para el final, cuando las Gigantes debieron reanudar el partido con las fuerzas que pudieron juntar para intentar llevarse el juego. Los últimos dos triples de Gretter no quisieron entrar, y con ello Canadá se coronó por segunda vez consecutiva campeona de la AmeriCup (antes FIBA Américas).

Aún a pesar de caer en la final por tan poco, el balance del certamen es positivo para una Selección que se metió entre las 16 clasificadas al Mundial de Tenerife el próximo año. Las lesiones golpearon a un plantel que siempre intentó sacar fuerzas para seguir adelante y luchar todas juntas. Pese a todo, las Gigantes demostraron que crecieron como equipo y que están para ir por más.