Otro partido que no puede escapar a la situación de violencia que se vive en el fútbol argentino actual. La final del Reducido para ascender a la Primera B Nacional, que tenía a Deportivo Riestra a 5 minutos de ganarla, quedó suspendida ya que sus hinchas entraron al campo de juego intentando terminar el duelo ante Comunicaciones antes de tiempo, y el árbitro Paulo Vigliano lo dio por suspendido.

No es la primera vez que se suspende un encuentro del Reducido, ya que el choque entre Comunicaciones y Estudiantes de Buenos Aires había sido también terminado por incidentes, y el tribunal de disciplina había resolvido que los de Agronomía sigan en camino ya que estaban ganando. Ahora se verá si vuelven a fallar de la misma manera, hacen jugar los 5 minutos restantes, o sancionan a Riestra por lo ocurrido.

Lo que debía ser un apasionante espectáculo deportivo no pudo terminar de serlo. Había comenzado con intensidad, con Gonzalo Bravo muy picante y provocando un penal a los 10 minutos que fue cambiado por gol por Nahuel Benítez, que lo pateó con absoluta tranquilidad. A los 12 Bravo tuvo en sus pies lo que hubiera sido una rápida remontada (Comu había ganado 1-0 la ida),  pero entró al área y le pegó desviado.

El segundo gol llegó a los 33 de ese primer tiempo. Mauro Ortíz probó de lejos, y contó con un leve desvío como ayuda para que Germán Yacaruso no alcance a desviarla y vea como los dirigidos por Alejandro Orfila en desventaja por primera vez en la serie. Una etapa inicial que fue más que favorable para el local, aunque después empezó a sufrir sobre el final.

Llegó el complemento y la visita empezó a tomar las riendas del juego, y con eso Carlos Morel se convirtió en la figura de la tarde. Le tapó primero un tiro a Hernán Salazar, y después dos intentos de afuera del área de Federico Barrionuevo, que con las atajadas igualmente ambos impactaron en el travesaño. Cada minuto los de Agronomía parecían más cerca de forzar los penales, hasta que se cumplieron los 45 del segundo tiempo y, habiendo 5 más por jugar, la cancha se vio invadida por varias personas desde la tribuna.

Rápidamente los bancos de suplentes saltaron al campo de juego, así como los entrenadores, en medio del tumulto y con provocaciones y acusaciones de golpes sufridos por algunos jugadores de Comunicaciones. Vigliano entendió que el descontrol era tal que no había chances de continuar, y decretó la suspensión. Riestra festejó, y Comu quedó atónito con el desenlace de la serie. Los de afuera tuvieron más autoridad que el juez para frenar en partido de fútbol, y ahora el tribunal de disciplina deberá expedires. El fútbol, una vez más contaminado por los de afuera.