El Grana se trajo un valioso empate en su visita a The Strongest a 2.600 metros de altura sobre el nivel del mar en La Paz, y cuenta con la ventaja para la vuelta en su cancha. Nicolás Pasquini para Lanús, y Diego Bejarano fueron los autores del 1-1.
Los dirigidos por Jorge Almirón sabían que si conseguían un gol ya era un premio, y es que en la altura de Bolivia ganar no es para cualquiera. No solo jugas contra el rival, sino que los 2.600 metros son el principal factor a vencer y sobrellevar en cada visita de un equipo argentino al país vecino. Pero si al gol que conseguís le sumas una victoria o un empate, la noche termina perfecta.
Y es así que Lanús se puede venir tranquilo devuelta a la Argentina, porque no solo consiguió ese gol tan deseado gracias a la bomba que Pasquini sacó a los 36 de la primera mitad a 30 metros de distancia que se metió al ángulo, sino que se trajo un valioso empate para la vuelta en La Fortaleza cuando reciba a los bolivianos. Y casi lo gana el Granate, se le escapó el triunfo a falta de 3 minutos para terminar el partido y sobre el final Román Martínez desaprovechó una contra que pudo haber significado el 2-1.
El encuentro se desarrolló como se lo esperaba. The Strongest manejó la pelota y el ritmo del partido en todo momento contra un Lanús que se replegó atrás, se metió demasiado en su arco y apostó a la contra. Así fue como llegó el gol de Pasquini. En una jugada aislada donde el lateral se encontró en la posición de enganche, sacó un fuerte remate a donde duermen las arañas que se hizo inatajable. A partir de ahí, todo fue del conjunto boliviano que hizo figura de la noche a Andrada.
El complemento fue un monólogo de The Strongest, que llegó al arco del Grana una y otra vez y se volvía a encontrar con la figura de Andrada. Lanús apostó aún más al contragolpe y metió cambios para tener gente fresca arriba como Marcelino Moreno o Matías Rojas, pero se encontraban muy solos cuando lo lograban.
Los minutos pasaban y los bolivianos metían cada vez más en su arco a los de Almirón. Y recién sobre el final y tras varias oportunidades a su favor, llegó el empate. Un centro rasante de Pablo Escobar fue resuelto de gran forma por Bejarano, que con un fenomenal taco puso el empate a los 91 minutos.
Lo pudo haber ganado el Grana en la última del partido con Martínez, pero el volante llegó fulminado tras el despliegue del partido y pateó desviado.
De esta forma Lanús consiguió un resultado que lo deja bien parado de cara a la vuelta en su cancha, cuando reciba a The Strongest el 8 de agosto para definir la llave.