Era el último encuentro de los cuartos de final del reducido. El Dragón recibía en su cancha a Estudiantes de Caseros y contaba con la ventaja deportiva de pasar con un empate, pero una mano en el área y un gol de penal de Lucas Passerini con las dos piernas, le dio la clasificación a los del oeste.
El partido se desarrolló tranquilo hasta los 35 minutos. Alan Giménez tocó la pelota con la mano en el área y el árbitro, José Carreras, cobró la pena máxima. Hasta ahí todo bien sancionado y nada para reprochar.
Pero al momento de ejecutar el penal, el encargado fue Passeririni, quien al momento de impactar la pelota se resbaló y le terminó dando con la derecha, golpeó en la zurda, y salió pinchada hacia el medio del arco con el portero del Dragón ya jugado sobre su palo izquierdo. Todo Caseros salió a festejar el tanto que les daba la clasificación, mientras que el árbitro era acechado por los jugadores del Defe que pedían se sancione por haberle dado con las dos piernas, como alguna vez lo hizo Martín Palermo.
A partir de ahí, Defensores no volvió al encuentro, mentalmente se fue del partido y fue Estudiantes quien terminó festejando el pasar a las semifinales, instancias donde se enfrentará a Comunicaciones.