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martes 4 de julio de 2017

Hay vida después del fútbol

La aparición en las canchas de tenis de un mítico campeón del mundo con Milan demostró que ni el retiro, ni el paso del tiempo puede frenar a muchos ex jugadores, que encuentran en otras disciplinas la forma de volver al ruedo, ya sea a máxima velocidad, en la política, o arriba un ring.


Sorprendió a propios y a extraños. Paolo Maldini dejó los botines, la cinta de capitán, y eligió la raqueta por un día. La aparición del histórico defensor de la Azzurra en el Challenger de Milán creó revuelo en el torneo de la capital de la moda, y hasta su ex compañero Clarence Seedorf se hizo presente para no perderse el encuentro. 

Su pareja de dobles fue Stefano Landonio, su profesor de tenis, pero no pudo evitar la caída. Fue debut y despedida, pero demostró que a sus 49 años todavía tiene pasión por la práctica deportiva. "Ha sido una buena experiencia, que disfruté mucho, pero no se va a repetir", aclaró después del partido a los medios locales. Además, reconoció que tuvo que rechazar invitaciones para otras competencias. 

Otro caso de una leyenda que se reinventó tras el retiro es el Fabien Barthez. El ruido de los motores invitó al arquero, campeón del Mundo en 2002, a correr en categorías francesas, y a partir del 2008 fue escalando hasta desembarcar, en junio pasado, con una estructura propia en la tradicional prueba de resistencia de Le Mans.

Los autos y la velocidad son atractivos para muchos futbolistas, pero algunos llevaron su pasión al extremo, y probaron la adrenalina de competir contra profesionales. En Argentina, el Clan Pernía es una muestra de esto: Vicente, el ídolo de Boca durante la década del 70, encontró en el Tursimo Carretera su otra faceta. No sólo probó suerte, sino que llegó a ser subcampeón de la especialidad en 1997. En esa temporada, finalizó detrás de Juan María Traverso. Sus hijos lo acompañaron y formaron exitosas carreras en torno a la pelota y el volante.

Mariano Pernía jugó en Getafe y en Atlético Madrid. Fue compañero de Fernando Torres y fue parte de la convocatoria de la selección española para el Mundial de 2006. Tras su retiro en Tigre a mediados de 2011, se dedicó al automovilismo, y sobresalió en el TC2000 y en la monomarca Fiat Punto Abarth. Su hermano Leonel hizo las divisiones inferiores en el equipo de la Ribera, y tuvo un fugaz paso por el fútbol estadounidense, pero halló su lugar cerca de los motores. Con varias victorias en su haber, hoy es un referente de la actividad. Actualmente, es animador del TC, Turismo Nacional y del Súper TC2000.

Tim Wiese colgó los guantes de arquero, y viró hacia el mundo de la lucha libre y el fisicoculturismo. Jugó en la selección de Alemania, el Werder Bremen y se retiró en 2014 en Hoffenheim. En los últimos meses de su carrera mostró una exagerada musculatura, que anticipó su alejamiento de las canchas. En noviembre pasado hizo su aparición en un show de WWE, empresa reina del wrestling, que tuvo lugar en Múnich. 

Patentó el remate de puntín. Fue su sello de fábrica, y hizo festejar a todo Brasil. Romário marcó una era en los años 90 y fue fundador de una de las generaciones más ganadoras de la Canarinha. Sus logros deportivos son innegables, y también llevó sus goles a Barcelona. Ahora, es representante del Senado por el Partido Socialista Brasileño, y ocupará la banca como legislador por Río de Janeiro hasta 2023.

El fútbol tiene principio y final. El retiro no crea sólo técnicos o dirigentes. Muchos hallaron el éxito en otras actividades, y lograron reinventarse.