San Lorenzo tenía que ganar frente a Talleres para cumplir con uno de sus objetivos pero se encontró con un rival que lo superó en la mayor parte del partido y solamente pudo rescatar un punto en el final cuando Nicolás Blandi convirtió de penal. Anteriormente Leonardo Godoy había adelantado a los locales en el marcador.

El partido tenía dos caras. Por un lado el conjunto de Córdoba que, sin posibilidad a clasificar a las próximas copas, jugaba sin objetivos mientras que del otro lado estaba San Lorenzo con una final por delante. Pese a que en la previa se pensaba un partido favorable para el Cuervo, desde el principio la T dominó en la cancha.

Antes de que se cumplan los 10 minutos tomó el protagonismo y generó las primeras ocasiones de gol. Primero Sebastían Palacios recibió una gran asistencia para quedar de cara al gol pero definió por lo alto del arco, luego Jonathan Menéndez remató tras una contra pero Nicolás Navarro respondió correctamente.

El local había plantado tres delanteros para atacar al Ciclón, los primeros dos ya habían tenido sus posibilidades y cerca del final le llegó el turno a Aldo Araujo. Emanuel Reynoso dibujó una gran jugada por la banda derecha, y ejecutó un centro que el delantero cabeceó desviado.

En el final de la primera parte San Lorenzo pudo salir de su mitad de la cancha para delantarse en el campo de juego pero no incomodó el arco defendido por Guido Herrera. Algo que continuó en el complemento cuando Bautista Merlini ganó de cabeza pero no pudo darle una buena dirección a la pelota.

Los minutos comenzaron a pasar y nuevamente la posesión del balón quedó para el local, la pelota fue manejada por la figura del equipo: Reynoso. Desde el diez nació el primer gol del encuentro, tras varios toques Menéndez desbordó y asistió a Godoy que desde el punto de penal remató para poner el 1-0.

Obligado a ganar, el Ciclón tomó el protagonismo y acorraló a su rival en el área. Sin ideas y chocando siempre con la defensa intentó sin cesar en los últimos minutos del encuentro. A falta de minutos para que finalice el mismo, Cerutti cayó en el área y cuando parecía que el arbitro del encuentro sancionaba penal, finalmente dio falta en ataque.

Un minuto más tarde la jugada se iba a repetir, Cerutti entró en el área y Pablo Guiñazu con torpeza le cometió infracción. Esta vez Patricio Loustau cobró falta desde los doce pasos, que Blandi se encargó de cambiar por gol con un potente disparo.

Con este resultado el equipo de Boedo no pudo lograr la clasificación a la Copa Libertadores del siguiente año, todavía puede lograrla de dos formas: La primera será si se corona campeón de la presente edición mientras que la segunda es si logra la Copa Argentina, o salir segundo frente a un ya clasificado.