Con un doblete de Darío Benedetto, que fue ovacionado por toda la cancha pidiendo por su continuidad, Boca superó a Unión por 2-1 en el último encuentro del campeonato y tuvo la fiesta ante su gente en una Bombonera repleta.
Desde temprano comenzó a llegar el público, al grito de "dale campeón" y "de la mano del mellizo, todos la vuelta vamos a dar" las cercanías a la cancha de Boca se comenzaron a teñir de azul y oro para vivir la ceremonia de festejos por la obtención del campeonato el pasado miércoles frente a Olimpo en Bahía Blanca. Una vez con los jugadores en el césped de juego, los cánticos más populares fueron para el Pipa. El goleador es de los más queridos por los hinchas, y estos se lo demostraron ovacionándolo y pidiendo que siga en el club. "El pipa es de Boca, de Boca no se va", bajó una y otra vez de las tribunas.
Con un marco de fiesta y euforia se desarrolló el encuentro, un cotejo que fue más de compromiso que por algo en especial con un Tatenge alejado de la zona de descenso y sin chances de ingresar a alguna copa, fue el invitado de la fiesta. A los 11 minutos llegó el primer tanto, en los pies de Benedetto que aprovechó el error del arquero rival y tras dejarlo en el camino definió con el arco vacío para que exploten las gargantas y vuelva a caer la ovación para el goleador del torneo.
Lo tuvo nuevamente Boca con Ricardo Centurión, pero su disparo se estrelló contra el poste a los 40 minutos y todo seguía igual al cabo de la primera mitad. El inicio del complemento lo tuvo al Pipa otra vez como protagonista de la tarde. A los 4 de comenzado concluyó una buena contra del equipo para poner el 2-0 y de esta forma estirar la diferencia a cuatro en la tabla de goleadores frente a Sebastián Driussi, su más cercano perseguidor.
El gol de Brian Blasi a los 13 de la segunda mitad fue casi inadvertido. No reflejó un peligro en el resultado para Boca, y menos opacó la fiesta en las gradas, que se terminó de completar con fuegos artificiales y bengalas para cerrar un campeonato que el Xeneixe se lo llevó con autoridad ganando los partidos claves como contra Independiente.
Benedetto, como ya fue nombrado, Fernando Gago, Wilmar Barrios, entre otros, fueron los más ovacionados por la gente, pero el broche de oro se lo llevaron los mellizos, aplaudidos, elogiados y coreados por toda la Bombonera y en cada uno de los hinchas que lo vieron por televisión.