Sin Lionel Messi, pero con un nutrido mediocampo, Argentina culminó con saldo positivo su gira de amistosos. Fueron partidos en los que se mostraron varias caras nuevas, que buscaron ganarse un lugar en las citaciones futuras.

En los entrenamientos previos, Jorge Sampaoli ensayó su formación con tan solo dos defensores. Emanuel Mammana y Fazio cumplieron hoy esa función, mientras que en la línea de volantes paró a siete jugadores para ganar en movilidad, presión y velocidad. Es cierto también, que la deslucida jerarquía del combinado asiático permitió que el ritmo del juego fuera administrado por los argentinos, que no subestimaron el contexto y con paciencia supieron acelerar y doblegar a su rival. "Destaco la intensidad con la que se tomaron el encuentro, pese a que se resolvió en la primera mitad", reconoció después el DT.

Por momentos, fue un monólgo albiceleste. Las tenencias controladas y las asociaciones a puro toque evidenciaron la intención desde el arranque. Sin entrar en la locura de las individualidades, se abrieron los espacios y trabajaron para llegar al arco contrario. Del otro lado, una nube de camisetas rojas en defensa los aguardaban con tanta pasividad como inocencia. Singapur soló se planteó ocupar espacios y casi no pudo exigir a Nahuel Guzmán.

La paciencia ofensiva tuvo su premio a los 24 de la primera parte. Fazio se halló libre en el área tras un córner, y alcanzó a desviar la trayectoria con un toque suave al segundo palo. Más tarde, y sacando provecho de la quietud de los locales, Paulo Dybala rompió en una pelota parada y con un buscapié ubicó a Correa, que amplió la ventaja venciendo los intentos del arquero Hassan Sunny. 

Con la ventaja, el dominio argentino se profundizó y se extendió al complemento. El ingreso de Lucas Alario, Ever Banega, Ignacio Fernández y Leandro Paredes fue una muestra de las variantes que probó el flamante técnico. Los goles siguieron cayendo. A la hora de juego, el Papu Gómez puso el tercero con un zapatazo desde afuera del área, que sorprendió a los asiáticos.

Casi quince minutos después, fue el turno del ex Boca de anotarse en el marcador. Un robo rápido, le permitió encontrar una defensa endeble y colocó un remate pegado al palo, imposible de atajar. Ya con un ritmo controlado y más en tono de amistoso, los espacios aparecieron sobre el final. Alario y Di María sellaron el resultado, que pudo haber sido más abultado. El delantero de River recibió en soledad a metros del arco y, con una fulminante volea, cumplió con su cuota en la red. Y por último, el jugador del PSG se floreó con una definición de taco sobre la línea, tras la habilitación de Fernández.

Con la tranquilidad del resultado y el funcionamiento, pero con la tarea de hacer la convocatoria para las Eliminatorias, Sampaoli ya diagrama el futuro. "Las conclusiones las vamos a analizar con tiempo y calma para poder decidir a quién vamos a elegir", reflexionó en conferencia. Los próximos encuentros del combinado argentino serán frente a Uruguay como local, el 31 de agosto, y visitará el 5 de septiembre a Venezuela.