Los xeneixes le ganaron 2-0 en su visita a Banfield en el Florencio Sola con goles de Darío Benedetto y alcanzaron la quinta victoria consecutiva para afianzarse en la cima con 34 unidades, 3 más que San Lorenzo, su más siguiente perseguidor. Sebastián Pérez vio la roja al terminar el partido.
El comienzo del partido arrancó muy parejo, con un equipo local que se movía de forma compacta y complicaba al puntero del campeonato pero sin lograr ser fino en los últimos 15 metros de la cancha desaprovechando oportunidades que generaba. El quiebre del encuentro se dio al cumplirse el cuarto de hora de juego cuando Benedetto aprovechó una buena jugada de Frank Fabra por la izquierda y arrojándose hacia adelante embocó el balón en el arco en el área chica tras el centro del colombiano. La polémica que generó el quiebre justo antes del gol de Boca fue un gol mal anulado por posesión adelanta a Darío Cvitanich a los 14 minutos cuando el punta del Taladro cabeceaba por encima de Agustín Rossi y provocó el malestar de los locales. Herido por el gol mal anulado y el gol en contra que sufrieron en menos de dos minutos, los dirigidos por Julio César Falcioni siguieron atacando a los de Guillermo Barros Schelotto y tuvieron el empate en los pies de Mauricio Sperdutti pero una gran respuesta de Rossi le prohibió alzar el grito sagrado.
Aunque el primer tiempo siguió con un Banfield como protagonista y un Boca impreciso y desatento, los locales no pudieron vulnerar y al cabo del primer tiempo fueron desdibujándose y bajando la intensidad hasta que se cumplió el tiempo y ambos equipos se fueron al descanso.
El inicio del segundo tiempo comenzó con un Boca más decidido a buscar una distancia que lo tranquilice y le garantice la punta del campeonato, es así que a los 4 minutos del complemento Ricardo Centurión habilitó a Benedetto que quedó mano a mano y no pudo definir al quedarse sin ángulo tras gambetear al arquero. Este era un aviso de lo que iba a suceder a los 18 minutos cuando nuevamente Benedetto iba a marcar entrando solo por el centro del área tras una linda corrida de Wilmar Barrios que le cedió el gol al delantero. Este tanto terminó por liquidar al Taladro, que entró en la desesperación por conseguir el descuento y se partió como equipo teniendo sus filas muy lejos unas de otras, sumando a un juego brusco en lo físico que empezó a aparecer por parte de ambos conjuntos.
El partido sufrió un bache, un bajón en el rendimiento durante todo el tiempo que le restó luego del segundo de gol Xeneixe, con un Boca que lo buscaba de contra con las corridas de Cristian Pavón, que si hubiera estado más fino a la hora de dar el último pase podrían haber estirado la distancia, y con un Banfield que metió cambios ofensivos para tratar de descontar pero chocó una y otra vez contra la desesperación y la falta de claridad para generarle peligro a Rossi, recién a los 43 minutos del complemento lo hizo de la mano de Cvitanich que se llevó puesta la pelota con la cara tras un centro y el balon pasó pegado al palo. Salvo eso y la roja que vio Pérez a los 47 por un manotazo a un rival, el segundo tiempo tras el gol de Benedetto se jugó porque se tenía que jugar.
El partido le dejó a Boca la continuidad del buen momento que tenía al sufrir el parate del campeonato y afianzarse en la cima del campeonato con 34 unidades tras lograr su quinta victoria consecutiva y despegarse de San Lorenzo, que había ganado su partido contra Belgrano y lo había alcanzado con 31 puntos.