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sábado 3 de noviembre de 2018

Un mensaje superclásico

Boca le puso presión a River y le mostró todo su potencial ofensivo. Con doblete de Carlos Tévez y un claro triunfo por 4-1 frente a Tigre, el Xeneize ya palpita la primera final de la Libertadores.

Con La Bombonera repleta y ya palpitando lo que será la finalísima contra el Millonario, el equipo de Guillermo Barros Schelloto le puso el pecho a la ansiedad y volvió a la senda victoriosa en el plano doméstico. El once que plantó el mellizo en el campo de juego mostró una mezcla de titulares y suplentes, aunque la jerarquía del plantel fue demasiado para Tigre.


Desde el arranque, el ritmo del encuentro se mostró con una intensidad alta. Por el lado del local, el peso propio de los nombres propios y una soberbia actuación del juvenil Agustín Almendra fueron las claves del buen rendimiento ofensivo. El volante pisó fuerte en la mitad de la cancha y se complementó con Gago para darle espacio y oportunidades a los delanteros. De sus pies salió la profundidad para romper con el esquema propuesto por los de Victoria. En cambio, la visita aprovechó de algunos desajustes en la zaga xeneize para explotar la velocidad y verticalidad de Federico González para hacer daño.


Fue justamente el punta el encargado de dar el golpe. A los 10 minutos y tras una pérdida de Zárate, el punta recibió una habilitación de Matías Pérez García y sorprendió al arquero de Boca con un potente remate que se le metió en el primer palo. El resultado parcial activó a los anfitriones de la noche y desplegaron todo su potencial para ir en busca del empate.


Después de varios intentos que estuvieron cerca de vencer la valla defendida por Augusto Batalla, Carlos Tévez le dio el toque de gracia para volver a poner tablas en el marcador. A los 25, el Apache definió en soledad luego de que Bendetto no pudiera sacarle provecho a un ajustado pase de Gago, ya que terminó por chocar con el arquero de Tigre en el mano a mano. El 1-1 tranquilizó al equipo de La Ribera, pero la intensidad propuesta por el rival no le dio respiro. 


En un momento dulce y de goles importantes, como los que sellaron la clasificación a la final de la Libertadores, Benedetto tuvo el 2-1, pero al intentar picarla por encima de la salida del ex River, su remate salió desviado. Pero sobre el epílogo de la primera parte mostró una reacción de los dirigidos por Mariano Echevarría y González casi vuelve a convertirse en el verdugo en una acción que cubrió bien el as xeneize.


Ya en el complemento, los intentos de Tigre fueron moneda común en el arranque, pero los de Guillermo soportaron los embates y empezaron a inclinar el trámite a su favor. La clave del éxito estaba en el banco de suplentes: el ingreso de Cristian Espinoza fue clave para el resultado ya que el ex Huracán, que venía de convertir en la derrota frente a Gimnasia, participó activamente en los dos goles.


En una ráfaga, el 2-1 llegó gracias a una jugada individual de Espinoza que terminó bajó la suela de Edwin Cardona. A los 25 minutos del segundo tiempo, el colombiano, relegado en la serie de Libertadores por el entrenador, la acomodó contra un palo con un potente remate para desatar el desahogo en La Bombonera. La alegría fue completa cuando Tévez rubricó su doblete al definir por entre las piernas de Batalla. Para los memoriosos, el último doblete del referente fue en el Monumental en el 4-2 que Boca le propinó al equipo de Marcelo Gallardo en el 2016-


Ya con la visita entregada y sin ánimos de ir en busca del descuento, Julio Buffarini puso las cifras definitivas. Para la estadística, el lateral estampó un zurdazo que se le coló al arquero de Tigre. Por primera vez en la Superliga, Boca alcanzó los cuatro gritos en un mismo partido y alcanzó los 18 puntos en la tabla. A cinco de Racing, que juega mañana, el xeneize llega con el ánimo intacto a la final.


Por el lado del Matador, la derrota lo dejó con 11 puntos en la vigésima posición del campeonato. En la próxima fecha, los de Echeverría se medirán con Argentinos Juniors en condición de local.