Se dio la sorpresa. Viniendo de abajo, consiguió eliminar al equipo de la máxima división de Fútbol Argentino y alcanzó una fase inédita. Es la primera vez que supera esta instancia de la competición. La tanda finalizó 3-1.

El estadio de Arsenal fue testigo de una tarde que los hinchas de Riestra no olvidarán. El empate fue justo y la lotería de los penales se torció para el lado del equipo de Jorge Benítez. Su arquero, Carlos Morel, se transformó en héroe al contener dos remates. Con otro fallo de Gaspar Iñiguez, se desató el festejo. 

El primer tiempo ofreció un trámite disputado y no se evidenció de forma acentuada las dos categorías que separan a ambos equipos. Con el dominio de la pelota y utilizando las bandas para romper las estructuras defensivas del rival, Tigre se asentó y generó las llegadas más peligrosas. Lucas Menosi tuvo la posibilidad de abrir el marcador con un remate lejano, que se fue rozando el palo izquierdo.

A los 16 minutos, Bruno Urribarri fabricó una jugada que terminó en infracción dentro del área. El defensor Leandro Moreira lo derribó tras un enganche y el árbitro no dudó en sancionar el penal. No hicieron falta reclamos ni protestas. Diego Morales, se hizo cargo de patearlo y no falló. La pelota para un lado y el arquero para el otro, para el grito de los dirigidos por Facundo Sava.

La desventaja desató a Riestra, y empezó a romper las líneas medias con velocidad. Por su lado, el Matador cayó en su juego y mostró debilidades, tanto para la recuperación, como para defender las pelotas paradas. De esta manera, fue como volcó momentáneamente el resultado a su favor. Primero, a los 37, Carlos Benítez empató con ajustado tiro desde los doce pasos, que Javier García estuvo cerca de contener. Y más tarde, en el inicio de la segunda mitad, Mauro Ortíz ilusionó a sus hinchas con un frentazo cargado de gol, tras una contra generada a partir de un error defensivo en el traslado del conjunto de Victoria.

El juego se tornó cuesta arriba para Tigre. Las falencias se acrecentaron y las jugadas de riesgo en contra de su valla fueron un llamado de atención para el técnico, que rápidamente apeló a cambios ofensivo. Pero, a los 22 minutos de la parte final, cuando estaba más cerca su rival de liquidar el encuentro que de encontrar el empate, Carlos Luna, que había ingresado hace instantes, marcó de cabeza la igualdad. Tras esto, lo edificado por el equipo de la B Metropolitana se desmoronó. Perdió la intensidad y el dominio que había generado. 

La parte decisiva del complemento devolvió un trámite de ida y vuelta en la que se profundizaron las deficiencias en la última línea de ambos. Si bien no pudieron capitalizarlos, mostraron intenciones de ganarlo. Ninguno se conformaba, pero la tanda de penales sería inevitable.

En la definición, Morel se hizo gigante. Luna, Erik Godoy e Iñiguez -lo envió por encima del travesaño- no pudieron convertir, y dejaron solo a Morales en la lista de aciertos. Por el lado del ganador, el único que no pudo acertar fue Adrián Flores. Leandro Collavini le puso el broche de oro y marcó el decisivo. Fue un claro 3-1.

Con la victoria, Riestra se medirá contra Rosario Central por los 16avos de final, con horario y fecha a confirmar. Otra desafío para la humilde institución que buscará seguramente volver a dar la sorpresa.