Rafael Nadal venció por 6-2 y 7-6(4) al griego Stefanos Tsitsipas en la final del ATP Masters 1000 de Toronto, Canada, en un encuentro que dominó con comodidad pero que se le complicó en el segundo set. Con este triunfo, el español se afirmará como número 1 del mundo y llegará a los 10.220 puntos, debido a que defendía los 90 por alcanzar la tercera ronda en la edición anterior; por su parte, el griego subirá 12 puestos y quedará en la 15º colocación, la mejor de su carrera.
El primer set comenzó con un juego de saque firme para ambos jugadores, quienes mantuvieron sin ceder ni un punto en sus respectivos turnos; pero rápidamente Nadal pasó al frente al conseguir el primer quiebre tras un parejo game de casi siete minutos. A partir de ese momento, todo fue para el español, quien consiguió otra ruptura en el quinto game del partido y luego lo confirmó manteniendo su servicio en cero. El número 1 del mundo mostraba mucha agresividad y casi no cometía errores no forzados, situación contraria a la de su adversario, quien demostró poca firmeza en sus golpes y no conseguía afirmarse.
Luego de los cinco games ganados de manera consecutiva por Nadal, ambos mantuvieron un turno de servicio, terminando así el primer por 6-2 para el español, quien realizó 12 tiros ganadores y 6 errores no forzados, ante unas estadísticas de Tsitsipas que fueron exactamente a la inversa (6 y 12, respectivamente). Por otra parte, el ganador de 17 grand slams perdió un solo punto con su servicio, ganando los 9 que jugó con su primer saque y 7 de 8 con el segundo.
El segundo set comenzó con la misma tendencia que el anterior; Nadal quebró en el primer game de saque de su rival y mantuvo la diferencia hasta el 5-4, perdiendo, hasta ese momento, solamente otros dos puntos con su servicio. La historia pudo cambiar drásticamente cuando, ante todos los pronóstivos, Tsitsipas quebró el saque del español cuando sacaba para partido y hasta llegó a tener un punto de set cuando recibía 6-5. El griego demostró, durante los momentos clave del segundo set, ese instinto de supervivencia que le hizo ganar partidos increíbles ante Alexander Zverev y Kevin Anderson, donde tuvo que afrontar puntos de partido en contra; comenzó a meter muy buenos tiros ganadores, abría la cancha de muy buena manera con ángulos cortos y supo jugar profundo cuando la situación lo requería.
El tie-break comenzó parejo, con ambos jugadores yendo al descanso igualados en 3. Luego, Nadal consiguió un mini quiebre para ponerse 5-4 con sus dos puntos de servicio. Allí fue cuando el español demostró toda su jerarquía y se impuso por 7-4 para conseguir el título y afirmarse aún más como número 1 del mundo. El segundo set tuvo estadísticas más parejas; Tsitsipas las mejoró un poco con respecto al primero, finalizando con 9 tiros ganadores y 13 errores no forzados, ante 15 y 14 para Rafa, respectivamente..
Con esta victoria, Nadal consiguió su título número 80 (solo superado por Jimmy Connors, Roger Federer e Ivan Lendl, con 109, 98 y 94, respectivamente), su 33º Masters 1000 (siendo el más ganador, escoltado por los 30 de Novak Djokovic y los 27 de Federer) y su cuarta corona en Canadá, donde se consagró en 2005, 2008 y 2013. Por otra parte, el español ganó su quinto torneo del año y el primero en cancha dura, tras los conseguidos en Roland Garros, Montecarlo, Roma y Barcelona.