El campeonato de Fórmula 1 del año 2017 propone ser apasionante y volver a mostrar ese atractivo que tanto caracteriza a la categoría y que había perdido los últimos años con el poderío de Mercedes a base de su gran motor, pero al cabo de 3 grandes premios disputados ya vemos que ese dominio de la escudería alemana tiene un competidor dispuesto a darle batalla en toda la temporada tanto en el campeonato de pilotos como en el de constructores, y es que Ferrari se adjudicó dos de las tres carreras que se llevaron a cabo -Sebastian Vettel ganó en Australia y Bahrein, y quedó en segundo lugar en China- y lidera ambas competencias.
Pero cómo fue que los de Maranello volvieron a pelear en los primeros puestos luego de 10 años que no consiguen un título (Kimi Raikkonen fue el último en hacerlo en 2007 y Fernando Alonso salió subcampeón en 2010, 2012 y 2013 pero sin posibilidad ante el buen andar de Red-Bull en esos años) y hasta hace una temporada soñaban con un tercer lugar y subir al podio. El motivo principal de esto fue el cambio que impuso la Federación Internacional del Automóvil (FIA) en los motores, permitiendo la utilización de tan solo cuatro en toda la temporada y quitando el sistema de tokens, permitiendo a los equipos mayor libertad a la hora de evolucionar sus propulsores.
Otro de los cambios que se implementaron fue la modificación de los monoplazas, aumentado el ancho del chasis a 2 metros, volviendo a verse los vehículos como en sus primeras épocas y que se usaron hasta el año 1997. La altura del alerón trasero se redujo a 800 milímetros y su anchura se agrandó a 950 mm, mientras que la longitud del alerón delantero pasó a ser de 1800 milímetros para darle más carga aerodinámica a través del suelo, y los neumáticos, que siguen siendo responsabilidad de Pirelli, son más anchos que los usados hasta esta temporada, dándole a los autos más agarre y velocidad en las curvas, buscando darle al público el espectáculo de sobrepasos que esperan. También el peso mínimo de los monoplazas aumentó, en este caso 20 kilos, pasando de 702 a 722.
Estos cambios que la FIA implementó para este año fueron con el fin de hacer más competitiva la categoría y darle más atracción al público, que ya estaba cansado de ver el dominio de Mercedes los últimos tres años y que antes de que sea la escuderia alemana había sido Red-Bull quien dominó durante 4 años con Vettel, y por lo que vimos en las primeras tres fechas del calendario podemos decir que los monoplazas tuvieron un efecto en su andar, volviendo a tener una competición que te da gusto de estar sentado frente al televisor viendo la carrera y la lucha que los pilotos dan circuito a circuito.
Para determinar si los cambios realmente surgieron efecto vamos a tener que esperar al Gran Premio de Rusia en Sochi el 30 de abril cuando los autos se vuelvan a encontrar en la pista y observar si el campeonato sigue siendo parejo o el poderío y dominio de Mercedes vuelve con Lewis Hamilton a la cabeza, quien se ubica segundo en la tabla de pilotos 7 puntos por debajo del alemán de Ferrari.