En la última presentación de ambos en el torneo, la falta de eficacia en los últimos metros y la poca creatividad a la hora gestar juego fue una constante y el cero fue lo más justo. Como dato saliente, y no es poco, se convirtió en el primer partido de la Primera División en tener dos juezas de líneas mujeres. Mariana De Almeida y Gisella Bosso.
El marco en la previa no provocó una atmósfera acorde a lo que el conjunto entrerriano se estaba jugando. Con la misión de alimentar su endeble promedio para no sufrir en el 2019, los dirigidos por Juan Pumpido tenían la responsabilidad de pisar fuerte como local, pero fue la visita la que terminó por generar más riesgo.
Las insinuaciones de Banfield no pudieron despertar a Patronato, que tuvo que esperar al complemento para elaborar más un trámite elaborado. Los ingresos de Adrián Balboa y Matías Garrido le dieron la pausa necesaria para acomodarse de mejor forma, pero nuevamente los errores al momento de cerrar la jugada aparecieron para no salir de la igualdad.
Poco tuvo en las áreas y el empate terminó siendo lo más justo. De esta forma, el conjunto de Paraná culminó la Superliga con un promedio de 1.191 y sólo tiene dos equipos por debajo de su línea, sin contar los dos que ascenderán para lo que viene: Tigre y San Martín de San Juan. Por su lado, el Taladro cumplió una temporada con altibajos y quedó a la espera de la recuperación de Julio Falcioni. El entrenador está saliendo de un cáncer de laringe que lo marginó del banco una gran porción del año.