El comienzo del parte inicial se vistió de nerviosismo y tensión. El roce en el mediocampo se intercaló con las imprecisiones y fue el local el que tomó la determinación ofensiva. Con pelotazos largos a sus delanteros, el Lobo se arrimó al arco de Agustín Rossi, aunque las llegadas de riesgo se hicieron esperar.
Para sorpresa de los dirigidos por Hernán Ortíz, Boca se puso en ventaja en la primera oportunidad que tuvo. A los 15 minutos del encuentro, Pablo Pérez recibió en el área tras un cabezazo de Wanchope Ábila, se tomó el tiempo para sacarse de encima a su marcador y esquinó su remate lejos de la reacción del arquero. El 1-0, lejos de darle al Xeneize la tranquilidad para moverse de mejor manera en el Bosque, provocó una merma en el rendimiento de los de Guillermo Barros Schelotto. En este panorama, los anfitriones retomaron los envíos profundos para romper la defensa rival.
El aviso que alertó a Boca fue una individualidad de Nicolás Dibble, que exigió al fondo del elenco de La Ribera y casi marcó el empate. La cautela de los visitantes preocupó al entrenador: a la poca presencia a la hora de recuperar se le sumó el bajo nivel de Carlos Tévez. El Apache no hizo pie al no poder acoplarse el resto de los delanteros.
A los 33 minutos, Nicolás Colazo metió una cuota de zozobra en la tarde noche platense. El ex Boca sacó provecho de un par de rebotes que descolocaron al fondo xeneize y la empujó sobre la línea para poner el 1-1 transitorio. Sin gritarlo, el mediocampista fue de lo más activo en Gimnasia, que terminó por arrinconar al líder del torneo.
Ya en el complemento, Emmanuel Más se perdió una clara oportunidad en el arranque de la reanudación. El lateral no pudo definir con su pierna menos hábil y se la entregó a Arias. Pero la presión de Cristian Pavón y el despliegue de Nahitán Nández hicieron crecer a la visita. Wanchope, al igual que el partido pasado frente a Unión, se anotó con un tanto importante. El delantero llegó a su sexto grito en la Superliga con la camiseta de Boca.
Pero el drama llegó en los pies Brahian Aleman. A falta de 10 minutos para final, el remate lejano del referente se desvió en Lisandro Magallán y descolocó a Rossi. El 2-2 convirtió en un manojo de nervios al trámite del partido. Casi sin jugar, resistió la presión del Lobo y sacó adelante el tramo definitivo.
Los festejos en el medio de la cancha fue el desahogo de un duelo que se fue complicando con el transcurso de la noche. Una liberación que puso una sonrisa en medio de una semana exigente. De cara al partido contra Alianza Lima de la próxima semana, en el que buscará sellar su clasificación a los octavos de la Libertadores, deberá cumplir su compromiso contra Huracán para ponerle el punto final de un certamen que firmó un bicampeonato en el formato largo, algo que no conseguía desde 1965.