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sábado 28 de abril de 2018

No hay quien lo pare

Jean-Eric Vergne se impuso en el ePrix de París y afirmó su liderazgo en el campeonato de la Fórmula E. Lucas Di Grassi y Sam Bird, su principal perseguido, lo acompañaron al podio de la capital francesa.

Por la octava fecha de la temporada de la categoría eléctrica por excelencia, el piloto local se dio el gusto de ganar a metros de la Torre Eiffel. El marco de la Ciudad de las Luces fue el ideal para que el referente se lleve todos los puntos posibles para seguir afianzando su dominio en la tabla general.


Ya desde las tandas de clasificación, el representante del equipo Techeetah mostró todo el potencial de su monoposto. No solo clavó el mejor registro en la Súper Pole, sino que también se evidenció una clara confiabilidad de su unidad. Sam Bird, no quiso ser menos y se había quedado con el segundo tiempo. 


En la partida, Vergne no le dejó ni las migajas a sus perseguidores. Toda la contundencia puesta en el acelerador para romper la prueba. En sus espejos pudo ver como los de atrás se peleaban por pasarse, mientras que él administró el ritmo de la prueba. Más tranquilidad tuvo en la parada en boxes para realizar el cambio de auto. No perdió la punta y como si fuera poco tuvo a André Lotterer, su compañero de equipo, como escudero para cuidarle las espaldas del inglés.


Bird perdió y cayó al cuarto lugar de la fila india, pero se recuperó de una forma milagrosa, y polémica en la última vuelta. El inglés tocó a Lotterer y le arrebató el tercer puesto de la competencia, mientras que el brasileño Di Grassi se aferró a la segunda ubicación. Más atrás, el argentino Pechito López penó en la zona media del pelotón y arribó en el décimo lugar.


Así, Vergne estiró su ventaja en el campeonato. A falta de cuatro fechas para el epílogo de la temporada, el francés alcanzó los 147 puntos. Seguido por Bird, que suma 116 unidades, la promesa de espectáculo está garantizada. El próximo capítulo de esta apasionante historia será el 19 de mayo desde Berlín.