Lo que hace varias fechas era impensado, hoy es una realidad. El puntero del torneo volvió a ceder puntos importantes, y ahora Godoy Cruz quedó a sólo cuatro unidades. Mañana, Talleres y San Lorenzo se le pueden arrimar. En el cierre del domingo, el conjunto de Guillermo Barros Schelotto no encontró el rumbo en el juego
El primer tiempo tuvo al elenco local más lanzado en ataque, aunque la falta de profundidad fue el principal déficit del Rojo, que contó con la velocidad de sus delanteros para romper con la zona media de Boca. Con el correr de los minutos, la fricción le fue ganando la pulseada a las combinaciones asociadas, y las lesiones y cambios se convirtieron en moneda común.
Primero, las alarmas se encendieron en el banco de Independiente, y en el palco de Jorge Sampaoli: Fabricio Bustos salió reemplazado por un fuerte golpe en su tobillo. Si bien los médicos le restaron importancia, el defensor salió para resguardar su físico pensando en el duelo contra Corinthians ente semana. Luego fue el turno de Wilmar Barrios en Boca. El colombiano venía arrastrando un golpe del encuentro frente a Palmeiras y también tuvo que salir anticipadamente.
Pocas llegadas de riesgo y mucha disputa fue el denominador común. Apenas un cabezazo de Walter Bou alcanzó a exigir a Martín Campaña, que le puso su palma para enviar la pelota al córner. Sobre el final del primer período, Jonás Gutiérrez abandonó el campo con una molestia.
El complemento mostró una versión más vehemente de los dirigidos de Holan. El desnivel llegó a los 11 minutos de la segunda parte en una brillante asistencia de Juan Sánchez Mino, que ubicó en soledad a Benítez. En el mano a mano, el delantero no dudó: entre las piernas de Agustín Rossi, marcó el 1-0 y desató el festejo en el Libertadores de América.
A partir de ahí, Boca apeló a su pasado reciente y buscó la heroica que le permita rescatar al menos un punto de su paso por Avellaneda. Cuando pudo, Pavón fue el estandarte de la ofensiva xeneize, pero ni el ingreso de Wanchope, que estrelló un remate en el poste, le permitió igualar las acciones. Campaña fue clave cuando lo llamaron y la victoria se tiñó decididamente de rojo.
En una de las últimas acciones del partido, con la visita volcada contra el arco de Independiente, una mano en el área de Verón le puso un epílogo con polémica. El claro penal no cobrado por el árbitro Ariel Penel provocó las quejas de los jugadores de Boca, entre ellos Pablo Pérez que vio la roja por sus exageradas protestas y se perderá el próximo partido contra Newell's.
Así, el líder se estancó en 50 puntos. Hace dos partidos que no gana y ahora se le vinieron los de abajo. Godoy Cruz, su escolta más cercano está a cuatro, mientras que San Lorenzo y Talleres, que juegan mañana, pueden arrimarse más para darle una definición para el infarto al campeonato. Por su lado, los de Avellaneda sumaron 42 y se afirmaron para seguir metidos en zona de clasificación para la Libertadores. En la fecha 24, se medirá frente a Defensa y Justicia.