No fue una competencia más para la Fórmula E. Ya en la previa, el presidente de la categoría, Alejandro Agag, había manifestado su alegría al incluir a la ciudad del histórico coliseo dentro del calendario oficial. "Era la carrera que siempre quisimos hacer", destacó el español en la presentación, que incluyó un encuentro con el papa Francisco. Tras cuatro temporadas, se concretó el ansiado debut del callejero romano, y entregó un atrapante espectáculo.

La victoria quedó en manos de uno de los pilotos más regulares del campeonato: el inglés Sam Bird. Supo esperar desde la segunda posición de largada y aventajó al sueco Rosenqvist, cuando el de Mahindra tuvo otro inconveniente y se vio obligado a desertar la prueba. Un oportunismo que le permite al referente del equipo DS Virgin seguir de cerca a Jean Eric Vergne en la tabla general del campeonato.

Desde la primera vuelta hasta el último centímetro de recorrido, hubo acción fuerte. Las variantes en los puestos de vanguardia mantuvieron la expectativa, pero fueron los cambios en el fondo los que pusieron una atmósfera electrizante. Pese a esto, para Pechito López no fue un buen sábado: el cordobés supo alcanzar la novena ubicación, pero terminó golpeando su monoplaza del Dragon Racing y se quedó con las manos vacías.

En un final para contener la respiración, Di Grassi y Lotterer tomaron impulso para superar a Mitch Evans, que no pudo terminar de delinear una buena actuación en los puntos y perdió la posibilidad de sumar puntos importantes. Así, el líder de la temporada sigue siendo Vergne, pero Bird se colocó tan sólo a 18 unidades por detrás. La próxima exigencia de la categoría eléctrica será el 28 de abril en París.