El sábado no había arrancado con buenas noticias para el cordobés. Una falla técnica en la presión de los neumáticos a la hora de clasificar lo privó de ser competitivo a la hora de la lucha contra el reloj. Sin posibilidad de ofrecer resistencia, el representante del Dragon Racing se tuvo que conformar con la posición 18 en la grilla para enfrentar la prueba, pero con un auto de menor a mayor logró escalar en el pelotón y cerró su tarde con una sonrisa.

En la punta, y tras varias penalizaciones por cortar una de las exigentes chicanas del trazado de Punta del Este, Vergne fue beneficiado y se adueñó de la pole. En la largada, la prolijidad reinó en las calles uruguayas. El francés se afirmó en lo más alto y supo controlar a Lucas Di Grassi. Pero el brasileño no le hizo fácil la tarea. Con la urgencia de sumar puntos, a causa de una pobre actuación durante las primera cinco fechas, el piloto de Audi estuvo al acecho y no reparó en presionar a su rival.

Uno de los máximos perdedores de la jornada fue Sébastien Buemi. Su Renault venía en zona de puntos, hasta que un exceso provocó una rotura en la suspensión trasera. El ex Fórmula 1 tuvo que ceder lugares al pasar por boxes de forma prematura. Antes, fue el turno de Nick Heidfeld de desertar, y fue Felix Rosenqvist el que tuvo que dar la cara por la estructura Mahindra. El sueco finalizó quinto y cedió mucho terreno en la lucha por el título.

La parada obligatoria para cambiar el auto mantuvo los puestos de vanguardia casi intactos. Sólo un roce entre Sam Bird y Alex Lynn, compañeros en el Ds Virgin, puso una cuota de incertidumbre al resultado. Finalmente fue el representante británico ex monarca de la categoría, el que se impuso en el duelo entre pares y se aferró a la tercera ubicación. La presión final de Di Grassi propuso una atmósfera vibrante. Casi al roce, al límite, ambos candidatos entregaron espectáculo para los presentes.

La regularidad es una de las marcas registradas de Vergne. No sólo se mantiene en la cima de la tabla general con 109 tantos, sino que también es el único que pudo sumar puntos en todas las competencias del año. De esta forma, terminó la fase latinoamericana del calendario, que tuvo a México, Chile y a Uruguay como sedes anfitrionas. Ahora, la electrizante pasión de la Fórmula e se mudará a Europa para continuar atrapando a los fanáticos. Será el 14 de abril en Roma la fecha señalada para el retorno de los autos que ya son muestra del futuro del automovilismo mundial.