Con la mente enfocada en ir en busca de la ventaja, el Fortín se lanzó en contra de la valla de Jeremías Ledesma. A fuerza de movilidad, compromiso y despliegue, capitalizó en el marcador. A los 12 minutos de la parte inicial, el 1-0 fue obra de Matías Vargas en una jugada digna de fútbol sala. El extremo entró en el área a pura pisada y filtró un remate entre las piernas de los defensores canallas.

Un ritmo demoledor en el mediocampo le alcanzó a los dirigidos por Gabriel Heinze para mantener a raya a los rosarinos. Un buen trabajo de Francisco Ortega le dio aire al local. En ambas facetas, lateral cumplió un rol fundamental en la salida y el retroceso de los anfitriones. Por su lado, Central poco pudo elaborar en ofensiva y se conformó con soportar los reiterados avances de su rival.

Pero la igualdad llegó en el mejor momento de Vélez. Alfonso Parot se dio el lujo de anotar su primer gol en el campeonato con un cabezazo que sorprendió a todos los presentes en el Amalfitani. Antes de cumplirse media hora de partido, y en la única situación seria de riesgo para la visita, un envió de Leonardo Gil encontró al defensor, que alcanzó a cambiarle el palo a la trayectoria de la pelota.

El segundo tiempo tuvo un desarrollo intenso y electrizante. Central se enchufó al verse mejor parado en el marcador y desplegó todo su potencial. A los cinco minutos del complemento se dio una de las acciones polémicas de la tarde: Fernando Zampedri fue muy duro contra César Rigamonti, al punto de que el arquero tuvo que recibir atención del cuerpo médico para poder continuar. Para el árbitro Federico Beligoy no fue más que falta, y el delantero ni vio la amarilla.

A partir de ese momento, los de Arroyito tomaron las riendas del duelo y lograron ponerse arriba en el resultado. Cerca de la hora de juego, en una jugada directa, Ledesma salió rápido, Zampedri la peinó, y fue Joel López Pisano el autor del 2-0.

La urgencia de revertir lo que era derrota catapultó al Fortín a meterse con muchos recursos en terreno rival. Agustín Bouzat y Mauro Zárate fueron de lo más destacados en los locales, pero el entrenador local decidió reemplazar al referente por segundo vez consecutiva. Aunque esta vez, y pese a la reprobación de los hinchas, Heinze dio en el clavo. El ingreso de Rodrigo Salinas fue clave para conseguir el 2-2 final. El delantero metió la primera que tocó y firmó el empate a diez minutos del final.

Si bien el punto no le sirve a ninguno en sus aspiraciones para esta temporada, el nivel demostrado es algo que debe dejar contentos a ambos técnicos. Por el lado de los de Liniers, en la lucha por engrosar el promedio lo mantiene alejado del riego, pero no se puede descuidad. En la próxima fecha visitará a Arsenal, un contrincante directo en esa puja. Para Central, la clasificación a la Copa Sudamericana empieza a ponerse cuesta arriba. Con 25 unidades, está a tres de Unión, que se medirá mañana con Temperley. El conjunto rosarino buscará arrimarse a la pelea cuando reciba en la jornada 20 a Chacarita.