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martes 6 de marzo de 2018

Un legado que moviliza a toda una ciudad

El museo de los hermanos Dante y Torcuato Emiliozzi representa no sólo lo más destacado de la historia del deporte de Olavarría, sino que también transmite el orgullo de la ciudad por los multi-campeones del TC a las nuevas generaciones.

Un museo histórico no sólo tiene el valor de las proezas que allí se muestren a cada uno de sus visitantes. Cuando es capaz de meterse en los sentimientos de la gente, la importancia toma ya un nuevo significado. Todo esto se ve reflejado en la calle Necochea, entre 9 de Julio y 25 de Mayo, en la ciudad Olavarría.

Los hermanos Dante y Torcuato Emiliozzi hicieron historia, de eso no hay duda alguna. Con Dante al volante, consiguieron 4 campeonatos de TC de forma consecutiva entre 1962 y 1965, algo que sólo había conseguido Juan Gálvez entre 1955 y 1958, y no volvió a suceder hasta el día de hoy. Tiempo después, no hace falta pasar gran tiempo en el museo para encontrarse con algún hombre que vivió en carne propia esa gloriosa época, o ver a la propia gente de la ciudad sacarse fotos con los míticos autos allí guardados, incluso para poner en el perfil de alguna red social.

Nacidos en Floresta, los Emiliozzi se mudaron de chicos a Olavarría ya que su padre, llamado también Torcuato, se instaló allí para trabajar en un taller. A corta edad los dos hermanos dejaron el secundario para abocarse de lleno a trabajar en lo que era su gran pasión. El tiempo haría que sean capaces de idear el motor “Válvulas a la cabeza” implementado en 1950, tiempo antes de que la usara la misma Ford Motor Company de Detroit (Estados Unidos). Con el mismo, y antes de que sea prohibido por el reglamento del TC en 1956, llegaron a alcanzar los 190 kilómetros por hora a mediados del siglo XX.

La creación más grandiosa de Dante y de Torcuato fue la Galera, el apodo de la coupé Ford Modelo 1939 con la que corrieron nada menos que 16 años, hasta 1966. Cambió tres veces de color (y cada vez que estrenó su nueva apariencia ganó la carrera), hasta llegar al rojo y azul que lució hasta su última carrera, con ATMA como patrocinador. También estuvo impulsado por tres motores distintos, mostrando la increíble versatilidad de los Emiliozzi para preparar su auto para las carreras. El 28 de febrero de 1997, la Intendencia de Olavarría adquirió la Galera y la declaró Patrimonio Histórico Cultural de la ciudad.

Un dato no menor, a la hora de recorrer el museo y empaparse de la historia ganadora de los Emiliozzi, es que las instalaciones son las mismas que en 1923 el padre de estos dos emblemáticos corredores compró para instalar tanto el taller como la vivienda familiar. En 1963 se modernizó y, desde allí, meterse al museo es entrar al gran tesoro del automovilismo de Olavarría.