Sevilla se topó con una actuación brillante del arquero del equipo ingles y no pudo desnivelar en su casa. Fue 0-0 en el Sánchez Pizjuán, y todo se definirá en Old Trafford el 13 marzo.
Un monólogo queda corto. Por el partido de ida de los octavos de final de la Champions League, el conjunto español dominó prácticamente todo el trámite del partido, pero no pudo imponerse en los últimos metros. Con varios argentinos, el elenco dirigido por Vincenzo Montella no pudo aprovechar la buena labor del primer tiempo y dejó abierta la llave.
Desde el arranque, David De Gea empezó a lucirse. El español fue la figura bajo los tres palos y subsanó la pasividad del Manchester United, que plateó el duelo a la espera. Una mala noticia para los de Mourinho se apareció a los 15 minutos de la parte inicial: Ander Herrera salió lesionado y tuvo que darle su lugar a Paul Pogba, que no pudo hacer pesar su jerarquía para torcerle el brazo a los andaluces.
La posesión de la pelota fue en mayoría para los locales, pero los fallos a la hora de la definición de los delanteros mantuvieron la paridad. Carlos Correa estuvo cerca sobre el final del primer tiempo, pero el arquero estuvo más atento. El sector izquierdo del ataque de los anfitriones fue la fórmula elegida para romper el esquema de los ingleses, que perdieron en varios tramos las marcas.
El complemento fue similar al período inicial. Salvo algunas asociaciones entre Aléxis Sánchez Y Romelu Lukaku, que quedaron en la nada, todo fue para el Sevilla. Éver Banega, Franco Vázquez, Gabriel Mercado y Correa fueron los argentinos que estuvieron desde el arranque. Además, se dio el ingreso de Guido Pizarro. Lo cierto que el 0-0 le suma expectativa para el desquite en territorio de los Red Devils. El 13 de marzo se volverán a ver las caras en el mítico Old Trafford.