En el debut de la plaza trasandina en el calendario de la Fórmula E, el piloto cordobés abandonó antes de la primera vuelta y perdió terreno en la lucha por acercarse en el campeonato.
El estreno del ePrix en la capital chilena, la cuarta parada de la temporada, regaló un verdadero espectáculo. Jean-Eric Vergne se adueñó del triunfo y sobrevivió a un apasionante final que no dio respiro a los fanáticos. Lotterer y Sébastien Buemi completaron el podio.
Poco duró la expectativa de José María López en las calles de Santiago de Chile, ya que el de Río Cuarto sufrió un toque por parte de su ex compañero de equipo Sam Bird y tuvo que abandonar la prueba. Al inglés de DS Virgin no le gustó que el argentino tuviera una excelente partida y lo encerró contra los muros del trazado. "Es difícil de digerir cuando se termina tan rápido. Había tenido una linda largada, pero me tiró el auto encima para que no lo pase", se defendió el cordobés al bajar.
Una larga estancia del auto de seguridad acomodó a los que se mantenían en carrera, lo que generó que el consumo de las baterías sea menor, y con esto las distintas estructuras modificaron sus estrategias iniciales. A todo esto, Vergne se aferró a la punta, y neutralizó los ataques de Nelson Piquet en los primeros giros. Desde el fondo, Felix Rosenqvist batalló con la conducción de su Mahindra y pudo concretar un avance en el clasificador.
En el ecuador de la competencia, los cambios de autos en boxes fueron la atracción en las calles chilenas. Las angostas dimensiones de la zona de pits fue un condimento extra, al que se sumó la nueva reglamentación. Sin límite mínimo para hacer la detención, varios corredores aprovecharon para escalar en el clasificador.
Lucas Di Grassi tuvo una nueva complicación con su unidad de potencia. El equipo oficial Audi no tiene respuestas para solucionar la falla: es la tercera vez consecutiva que se repite el desperfecto. El resultado de esto es que el campeón defensor se mantiene último en la tabla general con cero puntos. Sin duda el enojo del piloto brasileño es la traducción perfecta del desconcierto de la estructura alemana.
Sobre el final de la carrera, Vergne administró la diferencia con sus perseguidores. André Lotterer fue una de las sorpresas de la jornada. Pese a que el teutón le cuidó las espaldas a su compañero, consiguió su mejor resultado en su corta presencia en la categoría. Más atrás, Sébastien Buemi tuvo que cruzarse con Rosenqvist para defender el último escalón del podio.
Con estos resultados, la estructura china Techeetah se consolidó con un firme 1-2. El flamante ganador alcanzó los 71 puntos y se aferró a la cima de la tabla. Es perseguido por el representante de Mahindra Racing con 66. Al acecho y sin ser sancionado por la polémica maniobra del inicio, Bird se colocó tercero con 60 puntos. La revancha para López, que se mantiene con 8 tantos, será en un mes. El próximo 3 de marzo volverán a acelerar para llevar la potencia de la Fórmula E al circuito de México.