En un partido digno de una final, el suizo se quedó con el Australian Open 2018 luego de ganarle a Marin Cilic por 6-2,6-7(5-7), 6-3, 3-6 y 6-1. De esta manera, agiganta su carrera tras obtener su 20º título de Grand Slam.
Viejos son los trapos. El interminable Roger Federer (2), a sus 36 años, volvió a demostrar porque es el tenista más grande de todos los tiempos y derrotó a Marin Cilic (6º) por 6-2, 6-7(5-7), 6-3, 3-6 y 6-1 en tres horas de juego. Y a pesar de que es su 20º título de Grand Slam, sigue emocionándose como la primera vez.
El suizo, desde el inicio del partido, salió con todo y no le dió ninguna chance de reaccionar al croata. Rápidamente le quebró dos veces a Cilic y en poco más de diez minutos ya estaba 4-0 arriba. Con un porcentaje altísimo de los puntos ganados con su saque (92%), simplemente después tuvo que mantener su servicio y en menos de media hora se quedó con el primer set. A ese nivel parecía que el partido iba a ser un trámite para Federer. Sin embargo, en el segundo cambiaron los papeles, Marin reaccionó a tiempo y mejoró en su juego. Si bien no hubo prácticamente diferencia entre los dos, el tenista de 29 años aprovechó a la perfección los errores en el tie-break de su rival y así tras una hora igualó las cosas en el partido.
El tercer set se asemejó mucho al primero. Acá el nacido en Basilea, aprovechó al máximo su saque, con el que consiguió 7 aces, y el 82% de los puntos. Sin embargo, con un solo break le alcanzó para quedarse con el parcial en tan solo media hora. En el cuarto parecía que se iba a cerrar el partido, ya que Federer quebró al croata en el primer game. Pero de a poco el suizo bajó mucho su efectividad en el primer servicio (36%) y Cilic se recuperó a tiempo y vulneró dos veces a su rival . Así estiró la definición un rato más.
Pero Federer se encargó de despejar todas las dudas en el quinto set. Si bien el suizo tuvo que salvar varios puntos break en su contra, después pudo sacar todo su talento. Consiguió quebrar dos veces y no le dió chances de reaccionar al croata. La curiosidad es que el último punto se definió con el ojo de halcón, algo que le había sucedido a Roger el año pasado en el mismo torneo. Así, en tan sólo media hora se llevó el quinto set y una copa mas para su vitrina.
Con este triunfo consiguió su 20º titulo de Grand Slam, y su sexto trofeo en siete finales jugadas en Australia. Además, es el segundo jugador más viejo en ganar un Grand Slam (sólo lo supera Ken Rosewall que ganó el US Open en 1972 con 37 años). Y por si fuera poco, quedó a 155 puntos del puesto número uno del ranking, que lidera Rafael Nadal.