En la última fecha en el autódromo Oscar Cabalén de Córdoba, el segundo puesto en la final le dio la corona en la categoría más tecnológica del automovilismo nacional. Agustín Canapino ganó con su Chevrolet y Esteban Guerrieri completó el podio.

Con su notable actuación en la jornada clasificatoria del día sábado, Ardusso metió el mejor tiempo en la tanda decisiva, y dejó sin chances matemáticas a Matías Rossi y a Agustín Canapino. El duelo mano a mano con Werner le sonreía en la previa al representante del Rombo, ya que la diferencia en la tabla obligaba al de Peugeot a ganar la prueba. El margen en favor del líder de la tabla le daba la tranquilidad.

En el comienzo se dio el primer batacazo: si bien, Canapino mostró un auto solido en los entrenamientos, el Chevrolet le robó con sorpresiva facilidad al Fluence. Más atrás, con la expectativa de poder avanzar, el entrerriano lidió con Damian Fineschi por la quinta ubicación, y terminaron por generar un roce que casi lo deja sin posibilidades. De costado, Werner dominó su auto, y lo mantuvo en la cinta asfáltica. A puro talento, una salvada providencial.

Por su lado, a Ardusso las matemáticas le seguían cerrando. El trámite de la carrera en el circuito cordobés fue más monótono de lo que una definición picante hubiera necesitado. El único momento de zozobra se dio cunado Leonel Pernía, tercero en pista, pinchó un neumático y provocó incertidumbre sobre la fiabilidad del caucho de los más encumbrados. Pero nada de esto sucedió y el campeonato terminó con una sonrisa para el equipo Renault Sport.

La emoción y las lágrimas del piloto santafesino no se hicieron esperar. La bandera a cuadro lo coronó y desató los festejos que se le habían negado siete días atrás cuando no pudo subirse a lo más alto en el Turismo Carretera. Pero el desahogo fue doble: no solo que fue su segundo título nacional (Fórmula Renault 2009), sino que logró romper con la racha de 24 años de sequía para la marca. El último fue el Flaco Traverso en 1993 con su coupé Fuego.

El otro Flaco, debutó en 2010 en la especialidad, y de a poco fue edificando un nombre en los boxes. Este año firmó tres victorias y seis poles positions, que le permitieron ser siempre protagonista. El Ambrogio Racing, equipo del flamante campeón le entregó siempre un auto veloz a la hora de clasificar y confiable; sólo registró un abandono en el transcurso de las 12 fechas. De esta forma, la regularidad le permitió sacarse el peso de encima. "Vamos a pintar el uno. Era una mochila muy grande", destacó Ardusso en medio de las serpentinas y los festejos.

De esta forma, los motores v8 del Súper TC2000 le dieron fin a una temporada emocionante de la categoría. Para lo que viene, ya arrancan las danzas de nombres que integrarán la grilla de partida para el año que viene. El regreso de Néstor Girolami y la incertidumbre por el futuro de Facundo Chapur son los puntos más destacados de un periodo que seguramente traerá novedades.