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Independiente es campeón
Independiente había ganado en Avellaneda por 2-1 y tenía que mantener la diferencia ante un Flamengo que se hizo fuerte de local durante toda la copa. Si bien el conjunto brasilero empezó ganando con un gol de Lucas Paqueta, el Rojo igualó con un penal de Ezequiel Barco y gritó campeón.
Desde el inicio, el clima fue el de una importante final. Con un marco increíble desde las tribunas, los jugadores estuvieron a la altura y brindaron un gran espectáculo. El conjunto local tomó la iniciativa en los primeros minutos, pero el equipo de Ariel Holan mostró intenciones de juego colectivo para inquietar el arco rival.
En la primer jugada de peligro, Éverton, en posición adelantada no sancionada, quedó cara a cara ante Martín Campaña pero el arquero evitó la caída de su arco con una gran atajada. Minutos más tarde, a los 29, llegó la apertura del gol tras una pelota que no pudo rechazar Nicolás Domingo y que prácticamente en la línea empujó Paqueta.
La final quedaba empatada en dos, y el Flamengo prometía aprovechar la condición de local aunque Independiente mostraba mucha solidez en todas sus líneas. Fue así que Maximiliano Meza desplegó una gran jugada individual y recibió una infracción dentro del área, corroborada por el VAR, de Gustavo Cuéllar. El encargado de rematar desde el punto penal fue Barco, quién convirtió tras rematar cruzado y al ras del piso.
Independiente se ponía al frente en la final y apostó a aguantar el resultado, mientras que el conjunto brasileño buscó decididamente el empate. Fue así que el local intentó pero no pudo entrarle a un impenetrable Rojo, que pudo liquidar la serie cuando Emanuel Gigliotti desplegó una gran jugada y definió de emboquillada ante la salida del arquero. Antes de que el balón ingrese al arco, apareció Juan para rechazar prácticamente sobre la línea.
Tras la ocasión del Puma el equipo de Holan creció jugada tras jugada. Con grandes rendimientos individuales terminó el partido sin correr riesgo en su arco y con varias posibilidades de ponerse 4-2 en el global.
Fue así que el equipo de Avellaneda volvió a la gloria internacional tras siete años de sequía, que Holan junto a los jugadores quedaron en la historia del club y que el Rey de Copas sumó su trofeo número 17.
Desde el inicio, el clima fue el de una importante final. Con un marco increíble desde las tribunas, los jugadores estuvieron a la altura y brindaron un gran espectáculo. El conjunto local tomó la iniciativa en los primeros minutos, pero el equipo de Ariel Holan mostró intenciones de juego colectivo para inquietar el arco rival.
En la primer jugada de peligro, Éverton, en posición adelantada no sancionada, quedó cara a cara ante Martín Campaña pero el arquero evitó la caída de su arco con una gran atajada. Minutos más tarde, a los 29, llegó la apertura del gol tras una pelota que no pudo rechazar Nicolás Domingo y que prácticamente en la línea empujó Paqueta.
La final quedaba empatada en dos, y el Flamengo prometía aprovechar la condición de local aunque Independiente mostraba mucha solidez en todas sus líneas. Fue así que Maximiliano Meza desplegó una gran jugada individual y recibió una infracción dentro del área, corroborada por el VAR, de Gustavo Cuéllar. El encargado de rematar desde el punto penal fue Barco, quién convirtió tras rematar cruzado y al ras del piso.
Independiente se ponía al frente en la final y apostó a aguantar el resultado, mientras que el conjunto brasileño buscó decididamente el empate. Fue así que el local intentó pero no pudo entrarle a un impenetrable Rojo, que pudo liquidar la serie cuando Emanuel Gigliotti desplegó una gran jugada y definió de emboquillada ante la salida del arquero. Antes de que el balón ingrese al arco, apareció Juan para rechazar prácticamente sobre la línea.
Tras la ocasión del Puma el equipo de Holan creció jugada tras jugada. Con grandes rendimientos individuales terminó el partido sin correr riesgo en su arco y con varias posibilidades de ponerse 4-2 en el global.
Fue así que el equipo de Avellaneda volvió a la gloria internacional tras siete años de sequía, que Holan junto a los jugadores quedaron en la historia del club y que el Rey de Copas sumó su trofeo número 17.