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martes 12 de diciembre de 2017

Gremio espera por el Madrid

El flamante campeón de la Libertadores necesitó del alargue para dejar en el camino a Pachuca y se metió en la final del Mundial de Clubes. Mañana, desde las 14 horas de Argentina, los españoles se medirán frente a Al-Jazira para buscar un lugar en la cita decisiva.

Lejos de la imagen que dejó en la definición de la Copa Libertadores, Gremio no pudo hacer pie en el juego y mostró un bajo nivel de producción futbolística, pero aun así pudo imponerse por 1-0 en la semifinal del torneo internacional. Con un gol en el suplementario, hace crecer sus anhelos de dar el golpe en un hipotético duelo frente a los Merengues.

En el primer tiempo se prestaron el dominio. De a ratos, el Pachuca neutralizó el poderío del conjunto tricolor y se acercó a la valla rival aunque sin profundidad. La falta de efectividad en los últimos metros dejó en evidencia al argentino Franco Jara. El ex arsenal quedó muy aislado en ofensiva, y su tarea se vio desdibujada. Por su lado, Gremio apostó a la individualidad de Luán, pero encontró su fuerte en la pelota parada. De los pies de Edílson nacieron las acciones más peligrosas.

Con el correr de los minuto el ritmo y la intensidad se derrumbaron. Los protagonistas se conformaron con aproximaciones y, por momentos, los arqueros se transformaron en espectadores de un duelo trabado y repleto de fricción. Sobre el final de la parte inicial el defensor Bruno Cortéz le ahogó el festejo a Keisuke Honda con una salvada, que despejó las dudas previas al entretiempo.

El complemento no ganó ni en brillo ni es situaciones. La palabra arriesgar estuvo prohibida, y ambos equipos se dedicaron a no perder. Un leve crecimiento de Luan permitió ver una mejor imagen de los brasileños. Pero nuevamente los balones detenidos y de larga distancia fueron el arma preferida. Edílson se vistió de Roberto Carlos y casi abrió el marcador con un tiro libre que dejó mirando al Conejo Pérez.

La igualdad ni se inmutó y el destino se definió en el suplementario. Allí todo se inclinó para los dirigidos por Renato Portaluppi, mientras que el Pachuca se quedó sin ideas. A los 4 miuntos del suplementario, la rebeldía de Everton, que ingresó desde el banco de los suplentes, desniveló el encuentro. El volante se metió en el área y dejó sin reacción al experimentado arquero mexicano. A partir de ahí, apareció el campeón de América: sin brillar, estuvo cerca de liquidar y dejó de sufrir.

De esta forma, los brasileños se metieron en la final del Mundial de Clubes y aguardarán por el ganador del duelo entre Real Madrid y Al-Jazira. Los españoles son favoritos frente a los locales y Gremio lo sabe. Si quiere quedarse con la gloria, el Tricolor está obligado a mejorar su producción. Por su lado, a Pachuca se le viene una apretada agenda de cara a fin de año. El partido por el tercer puesto está en el horizonte, y luego volverá al país azteca para afrontar su compromiso Copa México contra Monterrey.