En el Gigante de Arroyito y frente a su gente, Rosario Central le ganó 2 a 1 a Atlético Tucumán de la mano de Teófilo Gutiérrez que brindó dos asistencias de lujo para los goles de Federico Carrizo y Marco Ruben que fueron más brillantes que las habilitaciones. Para la visita descontó Fernando Zampedri cuando su equipo se encontraba con 10 por la expulsión de Guillermo Acosta.
Central lo salió a ganar desde el primer momento, con la movilidad de su medio campo y un Teo que complicó siempre a la defensa adversaria, de ahí que manejó la pelota a lo largo del encuentro y tuvo las situaciones más claras, como la que perdió Gustavo Colman a los 25 minutos de partido cuando aprovechó un mal pase atrás de Enríque Meza Brítez y por no ser morfón cuando tenía el arco vacío y darle el gol a un compañero le dejó la posibilidad al rival de recomponerse y desviar el balón. Pero el control del Canalla iba a dar sus frutos a los a los 43 minutos cuando Diego Rodríguez descolgó un tiro de esquina del rival y salió rápido con un pelotazo para el colombiano que controló la pelota y cuando lo vio al Pachi entrando solo por el área le envió el centro para que este controle con el pecho y antes de que toque el suelo defina ante la salida de Cristian Lucchetti.
El inicio del complemento trajo más agua para el molino de Central, que a los 5 minutos se encontraba con un jugador de más por la expulsión de Acosta por doble amonestación. Con este hombre de más que tenía Paolo Montero mandó a la cancha a Ruben, y este le respondería al técnico a los diez de haber entrado cuando tras la habilitación de Teo por encima de la defensa queda mano a mano frente al Laucha y define picándosela con sutileza ante su salida para festejar su cuarto gol en el torneo y dedicárselo al colombiano, con quien tuvo discusiones unos partidos atrás por quién pateaba un penal. También el gol del delantero lo gritó toda la cancha con él en apoyo y dedicación a su abuelo, quien fuera brutalmente golpeado en un robo.
Con el 2-0 a favor Central se relajó en la cancha y con la posesión de la pelota dejó que el tiempo corriera, y de los pies de Gutiérrez volver locos a los rivales, quien empezó a cancherear con el balón y generó la reacción de los dirigidos por Pablo Lavallén que fueron a buscarlo con juego brusco. Pero los de Montero se dejaron estar y a falta de 8 minutos para terminar el partido el Decano descontó con el Tanque Zampedri y le puso emoción al final, aunque no fue suficiente para la visita que no pudo llegar al empate y ahora deben poner los ojos en la Copa Libertadores para el partido que van a jugar en Bolivia con el Wilsterman por la tercera fecha de la fase de grupos.