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miércoles 29 de noviembre de 2017

Gremio se quedó con la Libertadores

Mostrando contundencia y manejando los ánimos de la final, le ganó 2-1 a Lanús y le cortó el histórico rendimiento del Granate en este certamen. Después de 4 años, un equipo de Brasil vuelve a levantar la Copa.

Tanto en Brasil como en el Estadio Néstor Díaz Pérez, Gremio fue superior a Lanús y pudo trasladar el merecimiento al resultado. En el partido de vuelta de la final de la Copa Libertadores, le ganó 2-1 al Granate y se coronó campeón después de 12 años. Así, un conjunto brasileño vuelve a coronarse en este certamen 4 años después.

Con la motivación del partido más importante de su historia, pero también con la presión de dar vuelta el 0-1 de la ida y de acercarse a la perfección para lograr el objetivo, Lanús salió con más intenciones y emociones que tranquilidad, lo que lo llevó por momentos a no poder desarrollar su juego característico por caer en imprecisiones.

Sabiendo que el objetivo principal era no perder el orden sobre todo en defensa, el conjunto de Porto Alegre empezó a tomar confianza con los minutos y en consecuencia generó peligrosas situaciones de gol. A los 14 Lucas Barrios advirtió a sus rivales de lo que se les venía con un remate de afuera que se fue desviado, pero poco después la historia cambió.

26 minutos iban cuando Lanús adelantó a casi todo su equipo por un tiro libre que envió al área. Marcelo Grohe rechazó con los puños el envío, y lo que vino después fue mucho peor. José Luis Gómez perdió en mitad de cancha ante Fernandinho, y el volante se fue desde allí corriendo hasta el arco casi sin oposición. Le pegó con potencia al primer palo, imposible para Esteban Andrada, y con ello puso el 1-0 que complicaba todavía más a los locales.

Poco generaron los dirigidos por Jorge Almirón en la etapa inicial. Apenas dos intentos de lejos de Román Martínez que no encontraron el arco, y del otro lado un buscapié de Edílson fue desviado por Arthur, de enorme partido, y casi se convierte en el segundo tanto, que sí llegó poco después. Luan agarró a la defensa mal parada, se sacó dos defensores de encima, y definió con clase ante la salida del arquero para tener la Copa mucho más cerca.

El complemento arrancó tranquilo, pero pronto las emociones se multiplicaron para ambos conjuntos. A los 70 Lautaro Acosta fue derribado en el área y Enrique Cáceres cobró penal. José Sand lo cambió por gol, convirtiéndose en el máximo goleador de la Libertadores, y le dio esperanzas a la hinchada Granate casi hasta el final.

Sobre el final, la desesperación de unos fue por volver a llegar al gol, y del otro lado por evitarlo. Arthur, líder de las ofensivas de su equipo, salió reemplazado por una molestia física, y a partir de allí los brasileños se refugiaron casi sin intentar atacar. Esto se dio todavía más con la expulsión de Ramiro, que protestó y levemente empujó al árbitro, que lo consideró una agresión y le mostró la roja. Sin embargo, la historia terminó igual.

Llanto en las grandes figuras del Granate, que a pesar de ello entraron en la historia por el mejor desempeño del club en esta competición, y puros festejos de los jugadores del Gremio en el campo de juego. También hizo historia Renato Portaluppi, que se convirtió en el primer brasileño en salir campeón como jugador y como director técnico, en ambas ocasiones con los mismos colores. Para ambos, las conclusiones son más que positivas.