Una vez terminado el partido inicial de la serie, en el cual David Goffin le ganó sin problemas a Lucas Pouille, fue el turno del primer singlista francés para igualar la final. Jo-Wilfried Tsonga tuvo un estreno más que sólido, y superó 6-3, 6-2 y 6-1 a Steve Darcís, que nunca encontró la oportunidad de tomar la ventaja o la iniciativa.

La tónica del primer set se iba a ir haciendo cada vez más notoria en los dos finales. Mientras que el francés se hizo fuerte con su saque y cerraba los games con comodidad sin dar oportunidades de quiebre, su rival no podía imponer condiciones con su servicio y también le costaba mucho sostenerle el peloteo al número 15 del ránking ATP, que con el correr de los minutos subía cada vez más su confianza.

El momento donde la historia se empezó a inclinar para el local fue sobre el final del primer set, cuando después de algunas oportunidades sí pudo quebrar el servicio de Darcis y sostener fácilmente su saque para el 6-3 en lo que fue el parcial más peleado de todos.

A partir del segundo el francés prácticamente dejó de lado el slice para concentrarse en atacar siempre que le fuera posible, y jugando cada vez más cómodo ante la falta de respuesta de su rival. Tsonga quebró los primeros dos saques del segundo set del belga, manteniendo el propio sin ceder nisiquiera un punto. El final se emparejó un poco, pero el 6-2 ya era más que contundente.

Con la frustración propia y el buen nivel del rival, Darcis se mostró casi rendido en el tercero. Ganó el primer game, y perdió los siguientes 6, completando tres sets sin poder tener una sóla oportunidad de quedarse con un game con el saque del francés.

La victoria de Tsonga deja empatada la serie de la final de la Davis 1-1, y ahora los capitanes de ambos equipos deberán definir quienes serán los que pelearán por quedarse con el punto de dobles, para llegar al domingo sabiendo que una victoria los coronará campeones. Hasta ahora, la historia sigue abierta.