En una de las jornadas más tristes para el fútbol italiano, la selección, perdida en el nerviosismo y la presión por la remontada, no encontró los caminos para romper con el esquema defensivo de los escandinavos y terminó llenando San Siro de decepción. La última vez que no se clasificó a una Copa del Mundo fue, justamente, en 1958, campeonato disputado en territorio sueco.

El partido fue de a poco entrando en la ansiedad de los locales. Al comienzo, la paciencia y el estudio del rival fueron las armas de los Ventura para lastimar a la visita, pero las falencias en los últimos metros aparecieron y el gol. Ciro Immobile, delantero de Lazio, no pudo en reiteradas ocasiones, y el gol quedó ahogado en todas las gargantas de los fanáticos en Milán.

Pese a algunas jugadas puntuales, en la que el árbitro español, Antonio Mateu Lahoz, hizo la vista gorda y no sancionó en favor de los italianos, como en un claro penal, los anfitriones no hicieron pie de cara al arco rival y transformaron en figura a Robin Olsen. Bajo los tres palos, el sueco estuvo implacable y fue el pilar fundamental para que la caída del coloso se concrete.

Con el pitazo final, las reprobaciones del público no se hicieron esperar. Derrotados, algunos llorando y otros buscando explicaciones con sus cabezas bajas, los jugadores abandonaron el campo de juego. Fiel a su estilo, uno de los que tomó la lanza a la hora de animar a sus compañeros fue Gianluigi Buffon. El emblema italiano había anunciado que iba a poner fin a su carrera al terminar la competencia en Rusia. Ahora, con la catástrofe futbolística consumada, quedará aguardar por una confirmación por parte del veterano arquero, pero todo da a indicar que su ciclo con la selección tuvo su última función durante esta tarde.

En toda la historia, sólo tres veces el combinado italiano no disputó un Mundial. La primera vez fue en 1930, en la que los europeos habían decidido no participar en la cita en Uruguay. Pero el antecedente más parecido fue cuando no pudieron pasar la clasificación previa para la Copa del Mundo de Suecia en 1958.

El futuro empieza a ser incierto para los azzurros. A la eliminación temprana en Brasil 2014 se le suma este duro golpe. Será momento de trabajar a futuro y hacer cuentas, ya que, en el mejor de los panoramas, habrá que esperar hasta 2022 para volver a ver la bandera tricolor siendo parte de una ceremonia inaugural.