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El Diablo se metió a semis
Independiente no se relajó y liquidó una serie que ya estaba definida desde el partido de ida. Con goles de Juan Manuel Martínez y Emanuel Gigliotti le ganó 2-0 a Nacional de Paraguay (6-1 el global) y avanzó a las semis de la Copa Sudamericana donde se enfrentará con Libertad, también del país guaraní.
Con un equipo mixto entre titulares y suplentes, y probando variantes como Gastón Silva de 4, los de Ariel Holan saltaron al campo dispuestos a cerrar la llave. La embestida espontánea de apenas unos minutos del equipo rival fue eso, espontánea, porque cuando el Rojo se pudo asentar en el terreno, a partir del gran partido de Diego Rodríguez en el mediocampo, no dejó actuar a los paraguayos que no registraron un tiro al arco de Martín Campaña.
El partido de Independiente fue al ritmo que nos tiene acostumbrado, intenso, vertiginoso, dinámico aún con una clara ventaja a favor, y desde los pies de Maxi Meza, las trepadas de Silva y Nicolás Tagliafico, y el despliegue de Martínez y Gigliotti arriba hacía suponer que el gol estaba al caer, pero el grito sagrado se hizo esperar hasta el complemento cuando un centro de Silva fue captado por el Burrito, que controló y definió para desatar la alegría de una tribuna que nunca se olvidó de la eliminación de ayer de su clásico rival.
El tanto de Martínez terminó de sentenciar el encuentro, los guaraníes parecieron resignarse sabiendo que una remontada era utópica y el Rojo comenzó a tocar bajo un óle constante que bajaba de las gradas, y en ese toqueteo fue que llegó el 2-0 con una jugada de nueve toques que incluyó tacos, triangulaciones y un pase en profundidad de Juan Sánchez Miño para el Puma que definió cruzado abajo a falta de 20 minutos para terminar el encuentro.
Con la victoria consumada Independiente avanzó a las semifinales de la Copa, donde se enfrentará a Libertad de Paraguay, que viene de eliminar a Racing. El partido de ida será el próximo 21 en el país vecino.
Párrafo aparte nuevamente para el accionar policial cada vez que Independiente juega de local, donde prepotean, provocan al hincha esperando una reacción y cuando no encuentran motivo les hacen pasar un momento feo de gusto como le pasó hoy a este cronista que sufrió del abuso policial.
Con un equipo mixto entre titulares y suplentes, y probando variantes como Gastón Silva de 4, los de Ariel Holan saltaron al campo dispuestos a cerrar la llave. La embestida espontánea de apenas unos minutos del equipo rival fue eso, espontánea, porque cuando el Rojo se pudo asentar en el terreno, a partir del gran partido de Diego Rodríguez en el mediocampo, no dejó actuar a los paraguayos que no registraron un tiro al arco de Martín Campaña.
El partido de Independiente fue al ritmo que nos tiene acostumbrado, intenso, vertiginoso, dinámico aún con una clara ventaja a favor, y desde los pies de Maxi Meza, las trepadas de Silva y Nicolás Tagliafico, y el despliegue de Martínez y Gigliotti arriba hacía suponer que el gol estaba al caer, pero el grito sagrado se hizo esperar hasta el complemento cuando un centro de Silva fue captado por el Burrito, que controló y definió para desatar la alegría de una tribuna que nunca se olvidó de la eliminación de ayer de su clásico rival.
El tanto de Martínez terminó de sentenciar el encuentro, los guaraníes parecieron resignarse sabiendo que una remontada era utópica y el Rojo comenzó a tocar bajo un óle constante que bajaba de las gradas, y en ese toqueteo fue que llegó el 2-0 con una jugada de nueve toques que incluyó tacos, triangulaciones y un pase en profundidad de Juan Sánchez Miño para el Puma que definió cruzado abajo a falta de 20 minutos para terminar el encuentro.
Con la victoria consumada Independiente avanzó a las semifinales de la Copa, donde se enfrentará a Libertad de Paraguay, que viene de eliminar a Racing. El partido de ida será el próximo 21 en el país vecino.
Párrafo aparte nuevamente para el accionar policial cada vez que Independiente juega de local, donde prepotean, provocan al hincha esperando una reacción y cuando no encuentran motivo les hacen pasar un momento feo de gusto como le pasó hoy a este cronista que sufrió del abuso policial.