Tuvo que sufrir hasta el último minuto, pero finalmente pasó a la final. El Manchester United empató 1-1 ante el Celta de Vigo en el Old Trafford y ganó la semifinal por un global de 2-1.
La victoria por 1-0 en España era un resultado más que favorable para los Diablos Rojos. En cambio, para los dirigidos por Eduardo Berizzo era afrontar el partido de vuelta sabiendo que los locales no perdían en su estadio desde el 10 de septiembre del año pasado, ante el Manchester City.
Inició el encuentro con una gran presión del Celta, que intentó golpear pronto pero no pudo, y pasados los primeros 10 minutos aflojaron la intensidad porque era algo imposible de mantener los 90 minutos. Ahí empezó a llegar el United, y el gol fue a los 17 minutos, cuando Marcus Rashford tiró un centro a la cabeza de Marouane Fellaini que sólo tuvo que acomodar la pelota al lado del primer palo.
Los dirigidos por José Mourinho siguieron buscando para extender la ventaja: Henrik Mkhitaryan tuvo un remate desviado y luego un pase para Jesse Lingard en las dos primeras llegadas de los locales. Poco a poco el Celta se fue acomodando y lentamente empezó a buscar el remate con más agresividad.
Pablo Hernández fue el primero que exigió a Sergio Romero, con un tiro de lejos que el arquero tuvo que sacar por arriba. Después Pione Sisto intentó sorprender con un tiro desde el costado del área, pero el argentino no tuvo problemas para quedarse con esa pelota.
En el complemento los ingleses se fueron quedando y se replegaron para proteger su propio arco. Igualmente, en el inicio de esa segunda mitad Mkhitaryan probó de lejos y se encontró con una excelente reacción de Sergio Álvarez, que la sacó al córner. Mientras tanto, John Guidetti se desmarcaba de los centrales rivales y comenzaba a definir situaciones de peligro, pero ninguna iba al arco de Romero.
Tras una ráfaga por los 25 de la segunda parte en la que Rashford no pudo liquidar en un mano a mano y Fellaini vio como le tapaban un tiro al primer palo, la visita logró finalmente arrinconar a los ingleses y tanto Jozabed como Guidetti tuvieron la chance de empatarlo pero fallaban en la definición.
Finalmente, a los 39 del complemento Facundo Roncaglia, en uno de los tantos centros que llovieron al área de Romero, logró cabecear y el balón entró pegado al palo. Y minutos después, tras una infracción el duelo se calentó y Eric Bailly metió una trompada en medio del tumulto. Como consecuencia, Roncaglia lo fue a buscar y estuvieron a punto de pelearse a los golpes, por lo que el árbitro Ovidiu Hategan los expulsó a ambos por roja directa.
Con 10 jugadores por bando, los minutos pasaron y el juez añadió 6 minutos al tiempo reglamentario. En los segundos finales llegaría el gran susto de los locales: Entre Claudio Beauvue y Guedetti se perdieron una clarísima situación de gol y al no poder definir, Hategan dio el pitazo final.
El Manchester United jugará la final de la UEFA Europa League ante el Ajax el miércoles 24 de mayo en el estadio Friends Arena, en donde juega el AIK de Suecia. Mourinho ganó la última Europa League que disputó con el Porto en 2003. La gran pregunta es si podrá volver a coronarse en un equipo que, lejos del los primeros de la liga inglesa, tiene esta copa como principal objetivo.