El león dormido del viejo continente quiere despertar. Y dio un paso muy importante en la busca de una nueva final que le permita volver a los planos importantes que supo frecuentar. El resultado hace fantasear a los fanáticos del Ajax con alcanzar el partido decisivo, instancia que se le es esquiva desde 1996. Bertrand Traoré en dos oportunidades, Kasper Dolberg y Amin Younes marcaron para que su equipo se adelantara en la serie. Mathieu Valbuena recortó la distancia.

Pese a disputarse un miércoles, ya que mañana se conmemora en los Países Bajos el Día de la Memoria, la fiesta que montaron los hinchas en el Amsterdam Arena- que próximamente se rebautizará con el nombre de la leyenda de Johan Cruyff- ambientó el inicio del juego. Pero contrariamente a esto, fue el equipo visitante el que propuso las condiciones iniciales. Lyon arrinconó a su rival. Con presión y dinámica, impidió que los holandeses pudieran gestar su juego asociado. Los dirigidos por Bruno Génésio hicieron dudar a los presentes. Los cantos se acallaron y se transformaron en murmuros.

La incertidumbre se quebró a favor la local cuando Traoré aprovechó la primera ocasión de riego a favor. El delantero saltó más que su marcador y pudo peinar un envío cerrado en un tiro libre. A partir de esto, los esfuerzos se redoblaron y la nueva consigna del técnico, Peter Bozs, fue presionar y atacar saltando lineas con pases verticales. De esta forma, alcanzó la segunda conquista. Iban 33 minutos de partido, cuando, en una defectuosa salida del arquero, Dolberg empleó todos sus recusos técnicos y, con una definición a tres dedos, amplió la diferencia.

El resultado acomodó para bien y para mal a los equipos. Ajax creció y Lyon perdió el rumbo defensivo. El tercer tanto no se hizo esperar. A tres minutos del comienzo del complemento, Younes firmó la goleada con un enganche y remate que el defensor no alcanzó a despejar.

Un nuevo partido empezaría  ya que ambos equipos se soltaron en ofensiva y transformaron en figuras a los arqueros contrarios. Anthony Lopes y André Onana respondieron a las vertiginosas jugadas que se generaron para delirio de los hinchas. A los 65 Valbuena achicó la diferencia con un ajustado remate a media altura. Un rato mas tarde, Nabil Fakid despilfarró un mano a mano que hubiera mantenido la esperanza de la remontada, teniendo en cuenta la importancia de las anotaciones de visitante. 

Las cifra definitiva la puso Traoré, a 20 del final, en una de las incontables situaciones de peligro. Asociándose en velocidad, recibió debajo del arco. Sólo la tuvo que empujar y celebrar. Las atajadas se continuaron hasta el final. Con un sublime despliegue ofensivo de Dolberg, el Ajax cerró todas las posibilidades de que su rival se acercara nuevamente. 

Así, el primer paso lo dio el gigante holandés y se encamina fuertemente a la final de la cita continental. El encuentro de vuelta se disputará el jueves 11 de mayo en el Parc OL de Lyon.