Por lo transcurrido en los últimos años, el partido entre Rosario Central y Boca se vivió como un clásico, con las emociones desbordadas y el juego físico prevaleciendo al técnico. El local pudo ganarlo 1-0 con gol de Marco Ruben, cortando una racha de 18 partidos sin perder como visitante para el Xeneize.
Desde temprano, el partido se le fue de las manos a Patricio Loustau, que dejó pasar gran cantidad de faltas, varias amonestaciones, y aún así terminó expulsando a Paolo Goltz. La efervecencia rozó la locura en el momento en que el partido se frenó por una bomba de estruendo que explotó en la cancha, cerca del área de Agustín Rossi.
El Canalla salió a llevarse puesto a su rival, y encontró el gol más rápido que metió en la Superliga. A tan sólo 3 minutos Federico Carrizo pateó un córner al primer palo y ahí apareció Ruben para cabecear con potencia, venciendo la resistencia del arquero visitante y desatando la locura en las tribunas. El delantero tuvo la oportunidad de ampliar la ventaja 10 minutos después, pero su remate de media distancia no encontró el arco.
La apuesta de Leonardo Fernández fue que sus dirigidos presionen desde la salida y eso le complicó el juego a Boca, que se tornaba previsible atacando por derecha con Cristian Pavón y Nahitan Nández, y por izquierda con Frank Fabra y Edwin Cardona, pero sin generar muchas conexiones con Pablo Pérez en el medio o Júnior Benítez arriba.
El partido pronto se llenó de polémicas, con el árbitro siendo incapaz de calmar las constantes protestas de ambos bandos ante cada cobro. A los 32, a las emociones desboradas se sumó la bomba de estruendo tirada al campo de juego, y a los 37 llegaría la expulsión que hizo el juego mucho más de ida y vuelta. Paolo Goltz le pegó una patada sin pelota a Ruben, y vio la segunda amarilla.
Las jugadas de peligro no cesaron en el complemento. Las piernas de los jugadores sufrieron el cansancio, pero igualmente ambos arcos peligraron. Rossi atajó varios tiros difíciles, sobre todo uno del Pachi Carrizo dentro del área y un cabezazo de Washington Camacho que casi se convierte en el segundo gol de pelota parada.
Con uno menos, la visita lo buscó y cada vez dejó menos defensores atrás, lo que le hizo sufrir muchas contras. El que más cerca estuvo fue Cristian Espinoza, que apenas ingresó ya tuvo un tiro en el área desviado. Pero poco después, Jeremías Ledesma quiso cortar un córner y dejó la pelota en el área. Espinoza le pegó en dos oportunidades, la primera fue salvada por José Luis Fernández que se tiró arriesgando su físico para salvar su arco, y después el ex Huracán la quiso meter por arriba pero le dio demasiado fuerte.
Finalmente, las ocasiones de peligro pararon con el pitazo final de Loustau. Con esta victoria, Rosario Central sumó su segundo triunfo seguido en la Superliga después de no haber podido conseguir los 3 puntos en las primeras 8 fechas. Le quedan dos duros partidos antes de la pausa de fin de año: visitar a Independiente en Avellaneda, y ser local en el clásico rosarino contra Newell's.
En tanto Boca Juniors perdió dos partidos seguidos por torneo local, algo que no le ocurría desde mayo de 2015. Pasó de ver a sus perseguidores lejos a tener a San Lorenzo a sólo 3 puntos, y le quedan Arsenal en la Bombonera y Estudiantes en La Plata para recuperarse si no quiere desprenderse de la punta de la tabla.